Destaca esta receta por su simplicidad al tiempo que conjuga los distintos sabores consiguiendo un plato de lujo con ingredientes básicos al alcance de todos.
Recomendamos para este plato nuestro aceite de oliva virgen extra “Esencia de las Piedras Cucas” u otro de calidad similar, a ser posible de la variedad picual.
INGREDIENTES
- Patatas pequeñas para cocer
- Tomates
- Cebolletas tiernas
- Ajo
- Un trozo de bacalao
- Huevos
- Aceite de oliva virgen extra, sal, vinagre y pimienta
MANOS A LA OBRA:
- Poner a cocer las patatas enteras con piel y los huevos. Dejar enfriar.
- Mientras rallamos los tomates en un cuenco. Reservamos.
- Picamos finamente la cebolleta y reservamos.
- En un mortero preparamos un majao con ajo y pimienta negra.
- Pelamos los huevos, separamos las claras de las yemas y añadimos las yemas al mortero, reservando alguna para el final.
- Añadimos aceite al mortero y removemos el contenido hasta conseguir una pasta ligada muy densa que reservaremos.
- Picaremos finamente las claras y desmigaremos el bacalao previamente en remojo durante una hora, con precaución de no dejar espinas.
- Procedemos a pelar las papas y cortarlas en trozos no muy grandes en una fuente de cerámica.
- Añadimos a las papas por este orden; el tomate, la cebolleta, las claras de huevo y las migas de bacalao.
- Añadimos a la fuente el contenido del mortero. Toque de vinagre y remover constantemente con cuchara de madera hasta conseguir la unión total de los elementos y la conjunción plena de sabores. Probar de sal y rectificar si fuera necesario. Hasta ahora no hemos añadido sal por parecer suficiente la que aporta el bacalao. Para gustos colores.
- Por ultimo decoramos la superficie desmenuzando las yemas sobrantes. Introducimos en la nevera un mínimo de tres horas y ya tenemos a disposición este magnífico plato tan popular en la gastronomía de Jaén.
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